Recent Posts

jueves, 31 de enero de 2013

Carta de amor



Lo siento pero no.
De ninguna forma voy a aceptar y a festejar contigo esta situación.
No esperes que cambie mi cara, ni mi humor, ni la forma en la que mis brazos se cruzan ahora.
Juro que eres increíble, y hoy, no lo digo en el buen sentido.
Dime, ¿Cuánto tiempo te ha llevado escribir esas trece palabras?
A lo sumo puedes haberte demorado unos cuantos minutos de tu valioso tiempo, ese mismo tiempo que muchas veces utilizas para ver la repetición del partido de ayer.
No es que este pidiéndote un testamento, ni una verdadera carta de amor, esas de películas o novelas.
Simplemente quiero más que trece palabras.
En nuestro aniversario, no has tenido mejor idea que sorprenderme con un mensaje de texto.
La verdad es que te amo más por intentarlo; pero no es suficiente para apaciguar el enojo que has hecho comenzar en mí.
Quisiera decirte que regreses él día y vuelvas a intentarlo; pero es tanto lo que te quiero, que luego de pensarlo un rato, he considerado que mañana no me importara cuantas palabras me hayas escrito o porque medio me las hayas hecho llegar; solo me importara agradecerte.
Solo por eso, voy a volver a nuestra habitación, darte las gracias y olvidar todo lo que he pensado y querido decirte.
Así sean trece o ciento diez palabras, sé que siempre lo que querrás decirme es que me amas; y a fin de cuentas, esa es la carta de amor que quiero y necesito de tu parte.



miércoles, 30 de enero de 2013

¿Que ha pasado?

¿Que ha pasado?

¿Que ha pasado con nosotros?
¿Donde te has quedado tu?
¿Que ha sido de mi?

Desde hace un tiempo no puedo responder ninguna de mis preguntas.
No encuentro las respuestas en mi mente.
He querido encontrarlas en cada libro que tengo guardado, en cada carta de amor que me has leido, en cada cancion que he escuchado, en cada cuaderno que he escrito.
Pero nada.
Sigue sin aparecer.

¿Tienes algo que pueda ayudarme?
¿Algo que decir, que hacer?

Ya no somos los mismo de cuando nos conocimos; no somos los mismos de hace dos años atras, ni siquiera somos los mismos de ayer ni de mañana.
Cambiamos, nos guste o no.
Decidimos lo que nos hace bien; lo que queremos conservar y lo que queremos desechar.
Decidimos querernos o no.
En algun momento, juraria, que nos quisimos y que nada hubiese podido separarnos.
Honestamente, no se que h sido de ese momento.
Pero me gustaria saber que ha pasado con nosotros, donde te has quedado tu y que ha sido de mi.


   

martes, 29 de enero de 2013

El primero y el unico



He considerado, y cada día con mayor frecuencia, que me he vuelto repetitiva.
Siento que ya no tengo recursos; no me quedan palabras que escribirte, canciones que cantarte, ni caricias que regalarte.
Debido al tiempo que llevamos juntos, deduje que todavía tendría mil y un cosas que enseñarte guardadas en mi baúl, pero no.
Es tanto lo que te quiero, lo que te necesito conmigo, que agote todos mis métodos para pasar los días contigo.
Ya nada me alcanza, aunque creo que ya lo sabes.
Estando juntos, nada es suficiente.
Cuando se trata de ti, siempre quiero más; no me interesa que ya no me queden recursos para quererte, métodos para retenerte y sentimientos para necesitarte.
Eres todo lo que deseo, eres el primero y el único.


lunes, 28 de enero de 2013

Quiero todo de ti



Detesto nuestra relación.
Sé que la acepte desde un principio y que por eso llegamos a donde estamos.
Pero, detesto nuestra relación.
Ya no puedo soportarlo, he jurado (ambos en realidad) que nunca nos enamoraríamos; que nunca seriamos como esas personas que caen en la rutina y dejan de quererse; jure que nunca te querría de más.
Lo siento, sé que no he cumplido mi parte, no pude evitarlo.
Tus textos, tus e-mails, tus llamadas, tus visitas, todo me ha complicado el hecho de no quererte demasiado.
No he decidido voluntariamente hacerte este comentario; porque no es un planteo (sé lo que piensas) es solo una opinión.
Ya no puedo contener lo que me pasa.
Me llamas, arreglamos para encontrarnos y me dejas plantada; ya no puedo fingir que nada pasa, que todo está bien y que la próxima vez que levantes el teléfono para llamarme, todo seguirá igual.
No quiero seguir sabiendo que lo nuestro es exclusivamente sexo, ya no quiero solo eso.
Quiero dormirme a tu lado y amanecer rodeada de tus brazos, sin que nada haya pasado en el medio.
Quiero que me llames para recordarme cuanto me quieres.
Quiero que vayas a buscarme cuando salgo tarde del trabajo sin que te lo haya pedido.
Quiero que desees quedarte a cenar, a desayunar, a almorzar y a cenar conmigo otra vez.
Quiero todo de ti, aunque no quieras ofrecérmelo.


domingo, 27 de enero de 2013

Codigos



¿Quién no tiene códigos?
Si hay alguien que pueda decirme que no los tiene, siento reconocer en este preciso momento, que no creeré ni una sola palabra de todo lo que pueda expresar.
Yo los tengo y de todo tipo…

…códigos familiares; con una hermana, un hermano, un tío, una prima, tu papá o tu mamá.
…códigos vecinales; si me has visto salir de mi ventana a media noche, no lo recuerdas y si yo te he visto fumar en tu terraza, ya lo he olvidado.
…códigos amigueros; más de una vez mis amigos han fingido ser más que amigos para sacarme de un par de apuros y mis amigas han entendido que nuestra señal se usa solo para rescatarnos de pesados que no saben lo que es un no.
…códigos amorosos; con mi pareja los he tenido y los tendré.

No se trata solo de esos códigos que para nosotros son leyes; sino de códigos que todos en algún momento hemos tenido o tendremos.

Palabras claves, miradas secretas, guiños pensados, sonrisas picaras, gestos estudiados.
Códigos son códigos y nunca dejaran de existir.